DECRETO N° 2.784, PUBLICADO EN GACETA OFICIAL N° 41.122, DE FECHA 27 DE MARZO DE 2017 (EXONERACIONES)

 

República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular de la Economía y Comercio Exterior 

Escuela Nacional de Administración y Hacienda Pública

Dirección de Postgrado

Programa de Especialización en Gestión

Aduanas y Comercio Exterior 

Cátedra: Políticas y Lineamientos del Comercio Internacional

Fase III

 

Profesor: Cobos, Horacio

EstudianteMoreno Madeleyn 

  

DECRETO 2.784, PUBLICADO EN GACETA OFICIAL N° 41.122, DE FECHA 27 DE MARZO DE 2017

 Son conocidas las formas de expresar la profundización de la crisis política, económica y social en Venezuela. Desde 2013, el país ha registrado la tasa de inflación más alta del mundo. La recesión continuó por tercer año consecutivo, y el bajo nivel de reservas de divisas provocó un cuadro de escasez que no solo afecta a las empresas por la ausencia de insumos, materias primas y bienes de capital importados, sino a la población en general que se dedicaba buena parte de su tiempo de vida a la búsqueda de bienes esenciales para la subsistencia, aunado ello una grave emergencia sanitaria, protestas, delincuencia y un aumento en la tasa de mortalidad, lo que provocó la emigración de un gran número de inmigrantes del país.

A pesar del auge petrolero más grande en la historia de Venezuela, no hubo una inversión sostenible en la educación o el mercado laboral bajo el gobierno de Chávez. Los primeros éxitos de la política social fueron impulsados ​​por los subsidios basados ​​en los ingresos del petróleo. Aunque Chávez está decidido a reducir la dependencia petrolera de Venezuela, en sus 14 años como presidente ha sucedido lo contrario: esa fuerte dependencia se ha solidificado. El chavismo aumentó mucho la dependencia del pueblo del Estado y el Estado del petróleo como materia prima.

También, hay factores estructurales que facilitan la visión de determinadas economías y allanan el camino para la aparición de una crisis. En el caso de Venezuela, la constante dependencia de un recurso natural exportable cuya fuente de ingresos muestra un comportamiento muy variable, gestiones fiscales deficitarias, un peso estatal muy grande en la economía y una falta de dinamismo en la autoplanificación privada a nivel internacional, la fuerte dependencia de las importaciones, la devaluación de la moneda y la baja productividad secular se combinan y son el nacimiento de una crisis. 

Es importante mencionar las sanciones financieras y bloqueos económicos que se evidencian  desde el año 2014 al año 2020, sanciones que fueron contrayentes a las bases materiales de todo el pueblo venezolano, fueron diseñadas y argumentadas en que el gobierno de Venezuela para ese entonces no se beneficiara de operaciones ilegales o de otras transacciones comerciales que permitan las actividades criminales y los abusos a los derechos humanos.

Frente a este panorama, el gobierno, ejecuto una serie de medidas en pro de corregir la situación del país, entre ellas se encuentra el Decreto 2.784, publicado en Gaceta Oficial N° 41.122, de fecha 27 de marzo de 2017, donde el Gobierno estableció  políticas públicas para ordenar y optimizar la producción agrícola en beneficio del pueblo, en aras de garantizar la seguridad y soberanía alimentarla y mejorar la producción de productos de primera necesidad, que a su vez satisfagan las necesidades a nivel nacional y el excedente pueda ser exportado.

Por medio de este Decreto, se exonera del pago del Impuesto al Valor Agregado e Impuesto de Importación y Tasa por determinación del régimen aduanero, en los términos y condiciones previstos en el mismo, a las Importaciones definitivas de bienes muebles corporales, nuevos o usados, realizadas por la Administración Pública Nacional, así como las personas naturales, jurídicas y las asociaciones de productores, destinados al uso directo en la producción primaria del sector agrícola, al procesamiento agroindustrial o al ensamblaje, construcción y reparación de bienes de uso agrícola, se mencionan 547 rubros relacionados a maquinarias agrícolas y Materia prima para la construcción de las mismas. Además se busca beneficiar al consumidor final en la adquisición de estas maquinarias, se establecen métodos de evaluación sobre las exportaciones y condiciones para el disfrute de dichas exoneraciones.

Todo esto con el fin de garantizar condiciones adecuadas de producción de rubros estratégicos, a través de medidas especiales que permitan garantizar los recursos materiales necesarios para la producción agrícola. Entendiendo que no puede ser un Estado monoproductor, que en el corto plazo se seguirá necesitando petróleo, pero los ingresos deben ser invertidos en fuentes de energías alternativas para ir reduciendo paulatinamente la dependencia del petróleo.

Estos incentivos tributarlos deben coadyuvar  en el logro de los objetivos del decreto, es importante señalar que a pesar de ser una buena iniciativa o medida, ya que buscaba incentivar la producción nacional, tanto la para suplir las necesidades internas, como para la abrir paso a una Venezuela productiva y exportadora, lo cual beneficiaria al país en el incremento del Producto Interno Bruto (PIB), disminución de la tasa de empleo, el equilibrio en la balanza de pagos (que proporciona confianza en el ámbito internacional), disminuir o eliminar la dependencia de las exportaciones, dejar de ser monoproductor,  expandir los rubros que pueden ser exportados y hacerle paso en el mercado internacional a Venezuela,  pero, estas  medidas cumplen con los objetivos es a mediano y largo plazo, por lo cual no representaba una solución inmediata para la situación que estaba viviendo el país.

 

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